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¡Hijo Mayor…! ¿Ejemplo o Desastre?

A los primogénitos les toca enseñar e iniciar a sus padres en la odisea de ser padres. Este proceso impacta profundamente la dinámica personal y la calidad de sus relaciones con el mundo que les rodea.




Ser el hijo mayor implica dar inicio a una etapa del ciclo vital de las familias, la llegada del primer hijo. Los hermanos comparten las crisis de la vida y los ritos de transición esenciales para la identidad cultural y social, por ello, las relaciones fraternas tienen gran trascendencia psicológica y evolutiva. Pero no podemos mirar de forma aislada a los hermanos; debemos tener como guía una mirada global familiar, ya que, la interacción entre los hermanos es extremadamente sensible a la calidad de la interacción entre los padres.

Los hermanos comparten las crisis de la vida y los ritos de transición esenciales para la identidad cultural y social, por ello, las relaciones fraternas tienen gran trascendencia psicológica y evolutiva. Pero no podemos mirar de forma aislada a los hermanos; debemos tener como guía una mirada global familiar, ya que, la interacción entre los hermanos es extremadamente sensible a la calidad de la interacción entre los padres.

Antes de acercarnos a comprender y analizar el “subsistema fraterno” debemos examinar la calidad de la comunicación familiar como factor clave. Sandra L. Harris (2000) dice en referencia a este aspecto que “aunque la calidad de la comunicación familiar varía con el tiempo y con las etapas evolutivas de la vida, es preciso que los padres y los hijos no pierdan el contacto mutuo en los aspectos importantes de sus vidas”. Los secretos familiares, los significados implícitos y los legados en silencio son los mayores enemigos para el desarrollo de una buena comunicación familiar. Cuando una persona con autismo llega a un sistema familiar, la comunicación está amenazada y vulnerable por la necesidad de ocultar el dolor, la incertidumbre, la rabia y las preocupaciones con el fin de mantener la homeostasis familiar. Los padres deben recordar que toda conducta es comunicación y que los hijos, con independencia de su edad, están recibiendo datos que no pueden explicitar como algo real y por eso lo llevan a su imaginación, creando una realidad incluso más oscura y dolorosa.

En una misma familia, los hermanos son distintos porque interiorizan interacciones diferentes (Vygotski, 1979) y buscan identidades separadas (Graham-Berman, 1991).


El vínculo fraterno en cualquier constelación familiar tiene las siguientes características:

  • Es muy sensible a las influencias ambientales