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¡Comprando … Lleno mi vacío Interno!

La compulsión a comprar es una forma de adicción acompañada de niveles internos de ansiedad y depresión, con la que se busca llenar un vacío interior mediante la adquisición de objetos efímeros que nunca lograran satisfacernos.





La necesidad de afecto en los seres humanos los lleva a buscar en múltiples formas la satisfacción de esta, las adicciones son una clara manifestación de esta búsqueda en la que sin importar las consecuencias las personas se acostumbran a satisfacerse con un objeto, sustancia o situación simbólica, en donde se llena un vacío interno por medio de una conducta compulsiva y repetitiva. La conducta de comprar compulsivamente ha sido estudiada ampliamente por especialistas en las conductas adictivas, entre los investigadores resalta el equipo de la Universidad de Stanford, en el cual la Psiquiatra Lorain Koran ha publicado diversos trabajos. Entre la información destacada se encuentra que la urgencia por gastar suele estar asociada con niveles elevados de depresión y ansiedad y a la presencia de otros trastornos del control de los impulsos, como el abuso de sustancias tóxicas o los trastornos de la alimentación. En base a lo anterior se esta considerando incluir en la nueva edición de el Manual Diagnostico y Estadístico de las Enfermedades Mentales editado por la Asociación Psiquiátrica Americana en el apartado de adicciones a la compulsión a comprar.

Comprando las personas se sienten vivas, importantes, y satisfacen el vacío que causan la soledad, las rutinas, las tensiones, los disgustos o la incomprensión. La falta de sentido en la vida favorece que la publicidad y la sociedad orientada al consumo atrapen con facilidad a los adultos jóvenes, adolescentes y mujeres quienes representan el mayor numero de casos reportados en las investigaciones que buscan determinar la prevalencia e incidencia del trastorno. Los Compradores compulsivos acuden a los centros comerciales y sienten el deseo permanente de ir de compras y adquirir cosas nuevas. En realidad, este comportamiento es el resultado de la insatisfacción personal, de la sensación de vacío y la falta de autocontrol, así como de una baja autoestima.

Una conducta se considera adicción cuando el individuo presenta los siguientes síntomas: Compulsión a la Repetición (continuamente repite la conducta, a pesar de no ser necesario se busca ir de compras para ocupar el tiempo, en ocasiones surgen sentimientos de culpa, sin embargo es mas fuerte la conducta adictiva y no se puede detener. Tolerancia (necesidad de consumir cada vez más para lograr la misma emoción y en casos mas graves nada es suficiente y el vacío interno se acentúa, esto provoca un circulo vicioso muy difícil de detener ) Pérdida del control (incapacidad de detenerse ante la necesidad de comprar y de encontrar ese afecto que se piensa esta en lo que se pretende comprar). La conducta de comprar compulsivamente en sus manifestaciones más extremas- reúne todas estas características: la voluntad del afectado es casi nula, la satisfacción por la compra realizada llega a producir insatisfacción o culpa y se entra en una espiral de la que difícilmente se puede salir sin la ayuda de un especialista. No es funcional ni sano resolver situaciones de ansiedad comprando cosas poco necesarias o que desequilibran nuestro presupuesto. A final de cuentas el amor no se compra se obtiene de la interacción humana, y es la única que nos ayuda a sanar nuestras heridas y llenar nuestras carencias.



Algunos focos rojos que son manifestaciones de un problema incipiente o presente:

Cuando nos sentimos tristes, deprimidos o enojados, lo único que nos calma es ir de compras.

  • Adquirimos con frecuencia cosas que no necesitamos, y después nos arrepentimos de haber comprado.

  • Al comprar, no podemos controlar nuestros deseos y terminamos comprando aunque no tengamos el dinero.

  • La familia y algunas personas cercanas nos critican constantemente por nuestra manera de gastar y comprar.

  • Vemos que el presupuesto es rebasado sin darnos cuenta, y a menudo estamos sorprendidos y molestos por haber gastado de mas sin ser realmente necesario.

  • Cuando vemos algo que nos gusta, no paramos hasta comprarlo.

  • Nuestro tiempo libre lo dedicamos preferentemente a visitar los centros comerciales y nuestras reuniones con la familia son en esos lugares.

¿Qué puedo hacer?

  • Reactive algún interés del pasado que no involucre estar comprando.

  • Hable de su problema con personas que lo aprecian y pídales que lo enfrenten a su conducta compulsiva.

  • Antes de salir de compras, redacte minuciosamente una lista. Cada compra debe tener su propia justificación.

  • Compre con dinero y deje su tarjeta de crédito en casa.

  • Si algo le gusta, no lo compre de inmediato, piense detenidamente si en realidad lo necesita. Muchas veces el estimulo disminuirá y usted aprenderá a desarrollar tolerancia a la frustración.

  • Si esta conducta no la puede detener y no puede superar su adicción o ha fracasado en varios intentos, acuda al psicoterapeuta.

  • La situación no es fácil, un primer paso es reconocer que existe un problema y que este sigue aumentando, si no lo detiene pondrá en peligro su integridad y la de su familia.. Las adicciones nos destruyen y para superarlas se requiere ayuda . Opciones de navegación a otros contenidos


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