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Impacto Psicológico de la Jubilación

Las reacciones son diferentes, para algunas personas es la oportunidad de ser lo que siempre se busco, para otras soltarse del apego del trabajo representa la muerte interna y tiene un profundo impacto negativo en su funcionamiento general.


El envejecimiento de la población constituye el fenómeno más importante del siglo XXI. Nunca en la Historia de la humanidad tantas personas habían vivido tantos años, de los cuales quince a veinticinco en promedio, como jubilados. Esto nos lleva a muchas reflexiones de tipo, económico, político, social, de salud en el plano biológico y psicológico. Y a cuestionarnos la pregunta ¿Cómo jubilarse con mayor calidad de vida?


En el año 2000, el 25 % de la población europea, es decir una de cada cuatro personas, era mayor de 60 años. En México y la mayor parte de América latina el crecimiento de la población esta en proceso de inversión es decir la base de la pirámide poblacional, la ocupada por niños y adolescentes empieza a disminuir aumentando su cúspide, que es donde se incluyen las personas de mas edad, muy pronto tendremos un porcentaje parecido al de los países europeos, nuestro país también esta en proceso de aumentar en forma significativa la cantidad de personas de mas de 65 años en la próxima década. Esto es debido a ciertos fenómenos que se están produciendo en la sociedad, tales como los cambios en el sistema de organización familiar, la incorporación de la mujer a el ambiente laboral y su participación en el ámbito publico, los avances tecnológicos y médicos, así como la aparición de servicios sociales organizados. Como resultado de lo anterior tenemos una disminución en el índice de natalidad y un aumento de la esperanza de vida, como nunca antes en la historia de la humanidad. Ante este panorama la repercusión social en muchos niveles es impactante. Al hablar y reflexionar sobre la etapa de envejecimiento se nos plantea un problema social, las personas mayores como grupo diferente e importante en el ámbito demográfico, con rasgos culturales específicos, intereses propios, están exigiendo a la sociedad que se garantice el incremento de su bienestar, el que puedan desempeñar roles que den sentido a sus vidas, colaborar de una forma activa en procesos de cambio hacia los prejuicios, estereotipos y mitos que se relacionan con el proceso de jubilación y envejecimiento.


Es necesario que cada adulto se prepare y reflexione sobre lo que significa el proceso de envejecimiento para si mismo. Cuales serán los cambios esperables y normales a los que se habrá de enfrentar. Solo así podrá preparase y educarse para afrontar dicho proceso, de manera adaptativa y sana.


El paso del tiempo , se ve mas claramente en los demás que en nosotros mismos, sobre todo al observar a nuestros hijos y a las personas que dejamos de ver un tiempo y luego nos asombramos de ver su transformación al pasar de los años. Otra área de evidencia muy clara es el terreno laboral, y se pone de manifiesto cuando empieza a aparecer la situación en donde el trabajo implica un final cercano, un dejar un puesto, o una empresa, por la edad o por el tiempo laborado y que de pronto nos enfrenta a un largo espacio que lleno nuestra vida y que ahora esta acabando. Estos momentos nos hacen tomar consciencia del paso inexorable del tiempo y que se identifican como señales de pérdida e inicios de la vejez. La persona en definitiva empieza a cuestionarse más acerca de su identidad y no encuentra una respuesta satisfactoria que disminuya su angustia existencial que a veces produce el ideario compartido sobre el final de la etapa profesional o laboral, y el proceso de envejecimiento. Todo esto puede producir que las personas sientan una perdida de roles y actividades que puedan dañar su autoestima, llegando a vivir estados de desmotivación e incluso depresión. Cuando la persona se jubila debe enfrentarse más con quien es, con el tiempo y con las relaciones. Pudiendo ser un momento de desequilibrio, y también un momento precioso para evolucionar y realizar algunos ajustes en nuestra vida. El grado de conflicto que representa para cada persona el terminar la etapa de desempeño profesional o laboral y las conductas defensivas que se adopten estarán determinadas por la historia personal, las experiencias y representaciones que condicionan habitualmente las ideas, las emociones y la conducta. La jubilación supone para muchas personas un fuerte desequilibrio. En muchos lugares y para muchas personas se asocia el jubilarse con perder poder adquisitivo, perder función social, y perder actividad laboral.


Factores que influyen en la adaptación a la jubilación: Genero, las mujeres quedan menos satisfechas y puede ser por el menor ingreso económico y la mayor expectativa de vida. Estado Civil, los casados se adaptan mejor al período anterior y posterior a la jubilación. Categoría Laboral y sueldo, a mayor nivel y sueldo la experiencia es mas satisfactoria al pasar el tiempo. Salud, una mejor salud esta relacionada con una mejor adaptación después de la jubilación. La planeación de la Jubilación, si esta existe el proceso será positivo.


En investigaciones recientes en poblaciones de personas en proceso de jubilación se encontraron los siguientes datos: la forma en que se vive la prejubilación y las dificultades que la persona experimentara a la hora de plantearse nuevos retos y contemplar distintas alternativas, depende en gran medida de los recursos personales y materiales de que disponga, así como de otras variables macroeconómicas determinantes. En este sentido se ha encontrado que las personas sin estudios o con estudios primarios experimentan niveles de depresión más altos que aquellos con estudios universitarios. Por esto podemos afirmar que el nivel educativo actúa como un elemento de protección esencial para el sujeto. También se encontró que los mandos medios y superiores, con mayores ingresos económicos y diversidad en las actividades de ocio, presentan valores más bajos en las escalas de depresión y ansiedad que aquellos trabajadores de base sin personal a su cargo.


También podríamos considerar que el grado de socialización actúa como un factor de protección frente a la aparición de psicopatologías. La práctica del ejercicio físico en los prejubilados favorece la no aparición de desajustes emocionales. El sentimiento de soledad y de la posible perdida de amigos es una preocupación continua y manifiesta en algunas personas durante su proceso de jubilación. Esto podría ser un factor de riesgo y afectar su auto percepción, lo cual se asocia con niveles altos de desajuste familiar, ansiedad alta, y mayor depresión. Las personas que no están satisfechas con su jubilación son los que presentan mayor grado de ansiedad y depresión. Y al pasar el tiempo la depresión puede aumentar, aunque los niveles de estrés tienden a disminuir, algo esperable, si se tiene en cuenta que ya nos estará expuesto a las exigencias y la presión del mundo laboral. La edad de la jubilación también es un factor de depresión, a mayor edad mas riesgo de depresión al dejar la actividad laboral. En este sentido los más jóvenes tienen posibilidades de ver nuevas alternativas ya que el trabajo no ha constituido un elemento tan esencial en la formación de su auto concepto y autoestima. Hace años se pensaba en una relación directa entre la vejez y jubilación sin embargo debido al incremento de la esperanza de vida, el incremento en la calidad de vida en todos los sentidos poco a poco se ha diferenciado esta idea para beneficio de los involucrados. Estructura de personalidad y procesos cognitivos, y emocionales. En personas donde estas estructuras permanecen funcionales la posibilidad de adaptación será mucho mayor y más funcional.


¿Qué implica la jubilación? Perdida del rol profesional o laboral.

Disminución de los ingresos económicos. Perdida de estatus. Perdida de oportunidades de contacto social derivadas del trabajo (relaciones sociales, contactos interpersonales).

Perdida de reconocimiento. Estrés emocional. Mayor cantidad de tiempo libre.


¿Qué consecuencias negativas pueden derivarse de la Jubilación?

Estrés. Depresión. Sentimientos de pérdida de valor personal. Problemas económicos. Disminución de las relaciones sociales. Aburrimiento. Disminución de la autonomía. Disminución del control sobre uno mismo y sobre el ambiente. Soledad. Aislamiento. Baja auto estima. Problemas de salud. Dificultad para encontrar actividades, fuera del trabajo, que sean gratificantes.


¿Qué consecuencias positivas pueden derivarse de la jubilación?

Realización de actividades recreativas, culturales y de ocio.

Más libertad. Más tiempo. Oportunidad de relación más frecuente con la pareja, con la familia y con los amigos. Tranquilidad y descanso.

¿Existen diferentes fases en el proceso de la jubilación?

  • Luna de miel.

  • Decepción y/o hiperactividad o astenia.

  • Reorientación: respuestas más realistas.

  • Estabilidad, acomodo y adaptación a la situación actual.


¿Qué estrategias se pueden desarrollar para un ajuste positivo a la jubilación?

Aportar información suficiente que permita afrontar con más conocimiento y con herramientas específicas la transición del proceso de jubilación. Favorecer la reflexión sobre esa realidad y ese momento vital para ser capaces de orientar la calidad de vida de los futuros jubilados. Ayudar a replantear un proyecto de vida nuevo y diferente. Buscar las motivaciones para seguir adelante y que nos mueven a seguir viviendo con intensidad. Aceptación de la nueva realidad física y mental.


La jubilación puede ser la oportunidad de elegir desde lo mas profundo de nuestro ser un estilo de vida que nos permita realizar los sueños detenidos y darnos el tiempo para simplemente disfrutar de la vida y de lo que esta nos ofrece al participar y contemplar su incansable fluir.



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