REPETICIÓN DE PAREJA CONFLICTIVA
“Muchas veces las personas terminan una relación de pareja por un conflicto y al buscar otro compañero repiten el mismo patrón de conducta y parece que buscaron más de lo mismo”.

Las personas van estructurando su personalidad por medio de la interacción con otros seres humanos, en ellas se aprende como encontrar afecto y como satisfacer las necesidades de pertenencia, amor, aceptación, autoestima, las cuales perduran durante toda la vida y por lo tanto requieren de un mantenimiento constante, este se logra por medio de las personas significativas que apoyan el desarrollo infantil y posteriormente el adulto, son los familiares, amistades y después las parejas. Al buscar pareja repetimos estos aprendizajes tempranos que se van haciendo automáticos e inconscientes, así que nos sentimos atraídos por aquellas personas que “prometen” satisfacer estas necesidades o que creemos que lo harán en la relación. De aquí que aparecen nuevamente los mismos patrones destructivos o funcionales al terminar con una pareja y buscar otra. A menos que la persona aprenda realmente de esta situación y modifique su mapa interno seguirá repitiendo estos patrones que provienen de una infancia no satisfecha.
Las parejas se forman para satisfacer un deseo de amor y aceptación que todos los seres humanos llevamos desde que nacemos y que al interactuar con nuestros padres o cuidadores tempranos van permitiendo la estructuración de la personalidad sana. Esta necesidad de contacto afectivo permanece presente mientras vamos creciendo y desarrollándonos, y solo se satisface por medio de la interacción con otras personas. Así que la importancia de relacionarnos y buscar pareja será una constante en la vida de todo adulto. La dependencia emocional de un niño es evidente y al no encontrar afecto y aceptación incondicional de sus padres durante su crecimiento podrá desarrollar psicopatologías severas y aprender formas inadecuadas de buscar afecto y aceptación las cuales se pueden mantener en la vida adulta, y manifestarse bajo conductas adictivas, violencia, y conductas destructivas, además de el impacto que estas tendrán en sus relaciones de pareja, y con inadecuación para involucrarse en una relación de amor sano. Es fundamental poder diferenciar entre el amor verdadero y la dependencia emocional, de esta manera tendremos una vida más sana y menos conflictos con las personas con las cuales nos relacionamos.
Existen muchas diferencias entre la relación amorosa y la dependiente y podemos mencionar algunas para empezar a distinguirlas y observarlas en las parejas. Cuando dos personas se aman son capaces de tolerar la distancia y el estar solos, sin tener la sensación de carencia afectiva o abandono por parte de su pareja, cuando hay dependencia el temor a ser abandonado surge continuamente, de aquí los celos infundados e incontrolados. En una relación de amor la autoestima se fortalece a diferencia de las relaciones donde la incertidumbre y la dinámica destructiva van deteriorando la autoestima de ambos creando daño y resentimiento. Por esto último en las relaciones amorosas predomina la alegría y en las dependientes la tristeza, el enojo y los niveles de estrés negativo son elevados activando síntomas físicos que afectan la relación. En una relación sana ambos pueden ser lo que son, es decir respetan y aprecian sus individualidades y su esencia como seres humanos, las necesidades, intereses y gustos se respetan y satisfacen, a diferencia de la relación dependiente donde lo individual se pierde para satisfacer al otro y por mas que se le apoya este nunca está contento o satisfecho, se sacrifica a una parte de la pareja para sostener a la otra a pesar que sus necesidades son neuróticas o infantiles.
Al elegir pareja se busca completar las partes no resueltas emocionalmente que cada persona trae en su historial, es decir buscamos a el complemento, buscamos con